Generalmente, por la falta de tiempo o por no saber cómo fabricar un disfraz, recurrimos a tiendas especializadas y resultamos asumiendo costos elevados. ¿Pero por qué no crear uno? Resultaría ser una propuesta económica y con resultados más interesantes y ejemplares; además, si logramos identificar los elementos indicados a la hora de fabricar el disfraz, puede ser una manera muy útil de reciclar.